Si te lo tomas muy en serio te puede llegar a agobiar, muchas veces te agota por esa hiperactividad que no sabes dónde te va a llevar, pero ese punto de genialidad ha perseguido siempre la carrera de Ángel Martín desde lo tiempos de ‘Sé lo que hicísteis..’. Con 29 años se situó en el ‘mainstream’ y su polifacética carrera -guionista, cómico, presentador, música- lució como nunca. Después de un tiempo con mil proyectos en cartera, aquel ‘Enfant terrible’ perdió el foco y fue ingresado en el ala de psiquiatría de un hospital madrileño a causa de un brote psicótico. De aquel momento en el que tocó fondo escribió ‘Por si las voces vuelven‘ , libro que recomiendo absolutamente.
No hace tanto publicó ‘Detrás del ruido‘, que aun es mejor que el anterior y está trufado de reflexiones inteligentes, siempre desde un prisma dicharachero, como ésta que transcribo a continuación y que personalmente me ha ayudado a tener una perspectiva diferente:
Creeemos que solo los grandes cambios influyen claramente en nuestra vida, pero no es así. Simplemente, los recuerdas mejor porque lanzarte a ellos costó más y quizás incluso se convirtieron en tema de conversación durante una temporada. Pero absolutamente todas las decisiones cierran unas puertas y abren otras. La putada es que las que se cierrran puedes verlas nada más tomar la decisión, pero las que se abren a lo mejor no tanto.
Por eso dejamos de prestar atención a los movimientos más pequeños. Porque creemos que no importan. Pero, después de darle muchas vueltas, no descarto que por culpa de todas esas decisiones que tomamos bajo el lema «Que más da», en lugar de un puente, estamos construyendo una gran grieta entre lo queremos y lo que será.
La foto es de Kirklai
