
La culpa no es de nadie
Por desconocimiento o por omisión, por miedo. A veces tomamos decisiones y en otras ocasiones, decidimos no tomarlas, pero tan trascedente es una manera como la otra de proceder. Aún más complejo es actuar de la misma manera ante situaciones semejantes con un resultado diferente. Y esa última duda nos perseguirá siempre, porque nos culparemos




