Pau Donés (Barcelona, 53 años). Alto, flako, ridículo, público, gamberro, lunático y más que otra cosa, persona.
Con 30 años una «tremendísima mulata» se le cruzó por el camino y desde entonces nada fue igual, aunque hasta entonces nada lo había sido. El mundo se le cayó a los pies cuando con 16 años se murió su madre y a partir de ese momento, la guitarra eléctrica que le había regalado cobró todo su sentido, la música sería la mejor terapia y los palos que le había dado la vida se transformaron en ‘Jarabe de palo‘.
Como tipo sensible que soy en cuanto escuche su última canción, los ojos se me llenaron de lágrimas:
Por todo lo que recibí, estar aquí vale la pena. Gracias a ti seguí remando contra la marea. Por todo lo que recibí ahora, sé que no estoy solo. Ahora te tengo a ti, amigo mío, mi tesoro. Así que gracias por estar, por tu amistad y tu compañía. Eres lo mejor que me ha dado la vida….
Sabía que era una despedida, el punto final con toda la dignidad. Pau Donés le había puesto letra a su adiós, se despedía de todos y en especial de su hija Sara.
Pau nos ha dejado muchísimas lecciones de vida. Resumo unas cuantas en una entrevista que publicó Código nuevo en 2017:
Creo que tenemos tanto miedo a morir como a vivir. Vivir nos acojona porque hay que decidir, hay que tomar alternativas, escoger las direcciones hacia las que queremos dirigirnos. Y, a veces, la acción de decidir provoca que la caguemos.
Lo que ocurre es que cagarla es fracasar y eso no está bien visto en esta sociedad en la que vivimos. Por eso nos da miedo vivir la vida a nuestra manera. Lo que reivindico es precisamente todo lo contrario, vivir sin miedo, que hagamos las cosas como a nosotros nos parecen. Aprendí ya de muy pequeñito a no frustrarme cuando la cagaba. Creo que aceptando el fracaso somos mucho más felices en nuestro día a día.
El cáncer no me ha cambiado. Hay un símil que me gusta y es el del ser humano como atleta de la vida: nace y a partir de ahí empieza a saltar obstáculos. Siempre digo que los obstáculos no hay que saltarlos por cojones, sino por las ganas de saltarlos. Yo he tenido siempre muchas ganas de saltarlos y el del cáncer ha sido uno más. Es un reto más que me plantea la vida y lo he aceptado con deportividad.
¿Qué está siendo lo más difícil de saltar el obstáculo cáncer? Sin duda, el sufrimiento de los demás. Ver a mi familia enterarse de que tengo cáncer y creer que me iba a morir ya. La primera parte es correcta, sí tengo cáncer, pero la segunda no, todavía no sé si me voy a morir.
Nunca escuches los consejos de nadie sobre lo que tienes que hacer o ser en la vida. Haz siempre lo que tú creas que debes hacer.
Pau Donés fue un luchador incansable. Se mantuvo en el ring casi cinco años luchando contra el ‘cangrejo’, como llamaba al cáncer de colon que sufría, pero cuando parecía que tenía el combate ganado, una contra lo ha dejado en la lona. Ya nos había avisado:
La vida es un chiste con triste final. El futuro no existe, pero yo le digo Bonito, todo me parece bonito
La foto es del instagram de Jarabe de Palo
1 comentario en «Pau Donés: «La vida es un chiste con triste final»»
#graciasPau