Todo el mundo tiene un plan… hasta que le sueltas la primera hostia
Mike Tyson
Confundes las horas sin saber el día en el que vives. Duermes, te duchas, te vistes, desayunas y enciendes el ordenador para empezar a trabajar.
Comes y vuelves a conectar a la pantalla, ese hilo umbilical que te conecta con todos. Así un día tras otro.
A veces suena Beirut. Otras Pomplamoose. No hace nada que he acabado Serotonina, el libro que me regaló Nacho; y por una vez estoy leyendo dos a la vez: el otro es El encargo, escrito por un abogado que está encantado de conocerse y que al menos recoge unas citas boxísticas muy buenas.
Suena la fanfarria de Netflix o del TN. Busco la funda de las gafas, que siempre pierdo, y vuelvo a cargar el móvil, creo que es la tercera vez hoy.
Desconecto y me tomo un café, viene Milka a saludarme, noto como poco a poco la vista se me está cargando.
Abro la ventana y vuelvo a escuchar el silencio. Esta noche volverán a cambiar la hora, llega el horario de verano. Siempre sueño con que llegue ese momento, pero mañana me dará igual.
La foto es de Sanjoy Saja
