Hubieran sido 59, supongo que estarías emocionado, descontando ya los días para poder jubilarte. Otro año más … Seguramente estarías instalado con Ana en vuestro refugio de Altafulla o igual hubieras decidido regresar a la Cerdanya. No lo sabemos, nunca lo sabremos.
Lo que sí sabrás es que todo sigue su curso: la maravillosa rutina de ver cómo los hijos nos hacen mayores y nosotros intentamos sacar la cabeza en medio de esta pandemia que solo podría aparecer en aquellas novelas de Lovecraft que tanto te gustaban, o sea: una paranoia.
¿Qué más te cuento? Que nos hemos quedado sin Messi, que Laporta ha vuelto a la presidencia de nuestro Barça, que ahora es un club en ruina… Pero que todo se arreglará, seguro.
En lo personal, ahora estoy atravesando por un momento delicado. Llevo desde mayo prácticamente off. Ya lo sabes, a veces la vida te va dando avisos y entonces lo mejor es parar antes de que todo estalle por los aires. Intuyo que vienen meses de incertidumbre y de introspección. No sé, echo en falta tu consejo en momentos así, seguro que tendrías claro el diagnóstico. ¿No, doctor?
Felicidades, gracias por estar sin estar. Gracias a la vida por habernos hecho coincidir.