Los ciudadanos deben confiar en sus medios y los medios ofrecerles toda la credibilidad para que el sistema funcione, pero eso ya no ocurre en todos los casos y no hay visos de que pueda solucionarse.
Están en entredicho los medios públicos y los que se mueven por intereses privados. Muchos ya ni se molestan en confundir a la audiencia ni en repartir el pastel de contertulios entre ideas enfrentadas, simplemente se dedican a difundir su mantra y en ganar adeptos, da igual la manera en la que se haga.
La pérdida de credibilidad de los llamados medios convencionales la hemos visto hace unos días con la publicación de la Lista Falciani por parte de ‘El Confidencial’, cuando antes este tipo de informaciones las monopolizaban ‘El País‘ o ‘El Mundo’. ¿Qué ha cambiado?
El escándalo de las tarjetas black lo difundió ‘El diario.es‘, después de un caso de colaboración ciudadana tras una denuncia anónima a la comisión anticorrupción del Partido X y en otros muchos casos, fiscales, jueces, ciudadanos o la torpeza o las envidias de los políticos de turno han puesto sobre la pista numerosos casos de corrupción en España.
Pero hablemos de los medios. Hace unos días se ha conocido la existencia de una «redacción paralela» en los servicios informativos de Televisión Española. Se ha realizado once contrataciones, cuatro de ellas son extrabajadores de Intereconomía y el resto han trabajado para medios conservadores: Onda Cero, Punto Radio, Cope, Veo7 o Periodista Digital.
El Consejo de Informativos de TVE no ha cerrado los ojos y ha advertido sobre la cuestión:
La contratacion de once periodistas externos con el pretexto de «reforzar» la redacción de los telediarios con motivo de los procesos electorales previstos para este año resulta absolutamente injustificada…
Las últimas contrataciones, que se añaden a las que se han venido realizando durante estos tres últimos años, y especialmente desde el pasado mes de julio, solo pueden entenderse como parte de la decisión de la Dirección, tanto de la CRTVE como de los SS.II. de poner los informativos de TVE al completo servicio del gobierno y de los intereses electorales del partido que lo sustenta.
¿Podemos seguir confiando en las noticias del Telediario? ¿O en los noticiarios de la SER? En la citada cadena radiofónica se han producido últimamente siete despidos de periodistas que se enfrentaron a la dirección en la última asamblea. Al parecer Ana Guantes, Ana Borderas, María José Ajejas, Paloma Delgado, Eduardo Martín, Esther Redondo y Pilar Vicente protestaron enérgicamente por las salidas de compañeros y poco después se les comunicó la puerta de salida a ellos.
Entre ERES, trabajo en precario, presiones, jornadas maratonianas y la pérdida de credibilidad, el modelo informativo se viene abajo. Por eso han nacido nuevas posibilidades y nuevas formas de financiación, medios más o menos potentes, pero independientes que se financian por medio de cuotas anuales de sus lectores, lectores que se convierten en micropropietarios de medios y medios que se constituyen en cooperativas.
Un de ello es Eldiario.es. Detrás de este medio, según insisten, no hay nadie más: «ningún gran grupo empresarial, ningún favor político, ninguna subvención ni ninguna deuda con el banco» y por eso puede publicar informaciones desde una total independencia.
El 70 por ciento del capital social está en poder de sus periodistas y el máximo accionista es su director Ignacio Escolar.
Entre los principios fundamentales que editorialmente defiende eldiario.es está la transparencia pública: el derecho de los ciudadanos a acceder a la información que generan las administraciones y a saber cómo se gasta el dinero de todos. Nosotros somos un medio de comunicación y no una administración, pero por coherencia y porque queremos que confíes en eldiario.es, te contamos quiénes somos.
Esos son sus principios. Por 60 euros anuales, los lectores pueden apoyar este proyecto, que se ha demostrado vital en estos últimos tiempos. ¿Recuerdan las tarjetas black?
Mucho más ambicioso y con otro talante es el proyecto que lidera Pedro J. Ramírez. El Español se financia por medio de ‘crowdfunding‘ y ha batido todos los récords en Europa en esta modalidad.
En las primeras 24 horas recaudó 224.000 euros. La aportación máxima es de 10.000 euros y a 16 días para que concluya el plazo, El Español, el arpón con el que Pedro J parece dispuesto a avivar el debate político tras su traumática marcha de ‘El Mundo’, dispone de 1.308.100 euros y 2.237 inversores.
Las revistas La Marea y Cafè amb Llet nacieron a partir de aportaciones a Verkami. Los primeros a raíz de la petición de la cooperativa MásPublico (de extrabajadores de Público) que solicitaron 30.000 euros para el proyecto y obtuvieron 37.000. Ahora editan una revista mensual.
Y otro de los muchos proyectos es Cafè amb llet, una revista digital nacida en la provincia de Girona y que se dio a conocer por sus investigaciones contra la corrupción relacionada con los hospitales de su comarca.
Promovieron en Verkami una campaña de crowdfunding de 10.000 euros para producir un libro: «Artur Mas: dónde está mi dinero (descarga)» y en una semana obtuvieron 24.325 euros de mil mecenas para financiar el proyecto.
Hay muchos más casos, unos más modestos y otros más ambiciosos, pero seguro que todos ellos independientes y necesarios. Ya no hay unas cuantas voces, hay muchísimos matices más.
Decía Rodolfo Warsh: «el periodsmo es libre o es una farsa» y así estamos. Hace no tanto, alguien aseguró que en España «los periódicos se hacen, en primer lugar, para que los lean los periodistas; luego los banqueros; más tarde, para que el poder tiemble y, por último e inexistente término, para que los hojee el público«. Lástima que ya no sea así, aunque en su día Forges tuviera algo de razón.
1 comentario en «La independencia de los medios y el crowdfunding»
Felicidades por el artículo. La crisis – tan cacareada- del periodismo no es tal: existe hoy más que nunca el deseo de informarse, pero son los medios convencionales quienes han optado por un periodismo de escaso valor: sin investigación ni reportajes, mermados por las deudas y la presión de sus accionistas, reduciendo plantillas, reenviando news de agencias de noticias sin contrastar … obligan a los lectores a buscar nuevos horizontes. Recomiendo, con su permiso, Papel Mojado: un análisis incómodo de la situación de las grandes cabeceras.