La realidad paralela del décimo mes

 

Se apaga la luz y sientes una terrible ansia para que el nuevo día aparezca cuanto antes. El corazón se acelera y esperas que su ritmo se desvanezca pasados unos segundos, pero todo acaba con un latido compartido en tu cerebro horas después y un duermevela eterno que te agota.

Cuando la luz, tu luz se apaga, solo queda encontrar el camino, buscar la salida del laberinto y acertar con el clic del interruptor para poner todo en su sitio. Mientras tanto, todo discurre a cámara lenta, recreando una realidad paralela.

La foto es de Fabian Møller

Comparte este artículo

Deja un comentario

3 × tres =

Qué veo. Qué leo.

Twitter

La frase

Los esfuerzos, cuando se suman, se multiplican