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No les echen la culpa

Leen poco y escriben menos porque las dos cosas van unidas. A muchos les cuesta trabajar las fuentes de información, simplemente porque su mundo es otro y las relaciones interpersonales por lo general se mueven en el entorno de las aplicaciones, no en el de la epidermis.

Cuando llegan a las redacciones, andan desubicados. A la mayoría en la universidad les han ofrecido contexto, ‘background’ sobre esto y aquello, conceptos generales, algunos vagos. Ideas sobre cine, economía, política, relaciones internacionales o deportes, pero todo muy por encima, porque quien les tienen que guiar por el camino, o hace mucho que pasaron por una redacción o simplemente no lo han hecho nunca y siempre se han movido en el terreno teórico.

En mi caso nunca he dado clases en la universidad, pero me siento orgulloso de todos y cada uno de los jóvenes periodistas que han pasado por la sección de deportes de EFE Barcelona en los últimos veintipico años y que he tenido la oportunidad de tutelar, unos más brillantes que otros, pero todos al final han salido con el sello de la agencia en sus vidas profesionales.

Y muchos de ellos me han agradecido que después, hayan trabajado en la radio, en televisión, en portales informativos, en agencias de comunicación o se hayan encaminado a la comunicación corporativa, aquellos meses les sirvieron para tener una perspectiva diferente, porque como no me canso de repetir, cualquier periodista tendría que pasar un tiempo trabajando en una agencia de noticias.

¿Por qué? El anonimato les ayuda en su formación, sobre todo en tiempos como éste en el que lo que parece importante es la marca personal, más que el sello de la empresa para la que trabajas. Hemos cambiado los teletipos firmados con iniciales por ‘pseudoinformaciones’ plasmadas en hilos de twitter, pero sobre todo porque en la formación es fundamental el trabajo de las fuentes de información y ahora vuelvo al principio.

¿Cómo trabajar fuentes informativas si seguramente en el día a día de los periodistas noveles solo se mueven en entornos de seguridad, entablan conversaciones mediante aplicaciones y pocas veces se permiten conocer personalmente a su interlocutor?

Creo que el periodismo que hacemos en EFE, ese de trabajar las fuentes y de jerarquizar contenidos, contextualizar y comprobar está herido de muerte. Si la televisión mató a la estrella de la radio, ahora estamos en un nuevo paradigma; con los medios escritos dando bandazos con los muros de pago; con Elon Musk sin saber muy bien porqué se ha gastado un fortunón en un juguete (Twitter); con ‘influencers’ que ejercen de gurús en instagram o en TikTok, con el Twitch y la Kings (o la Queens) League como elementos de moda y las inteligencias artificiales amenazando a todas los oficios que conocemos hasta ahora.

Decía al principio del texto que los jóvenes periodistas, por lo general, leen poco y escriben menos y no es una leyenda urbana. Hace unos meses un profesor de universidad, que es amigo mío, preguntó a sus alumnos el primer día de un curso de periodismo y relaciones internacionales sobre sus preferencias. Os las resumo:

No ven la televisión, ni escuchan la radio ni leen los periódicos para informarse. Podríamos pensar que, al menos ese grupo de alumnos -que no se si es representantivo- utilizarían twitter para saber qué pasa en el mundo, pero tampoco lo hacen así. ¿Entonces? La práctica totalidad usan TikTok para ese y otros menesteres. No sé qué pensar.

La foto es de George Pagan III

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