Entre una foto y otra han transcurrido dos meses y una semana. Sin una de ellas no existiría la otra y nuestras vidas, la de @maaarc_mv y la mía, serían muy diferentes.
Desde el día que me propuso completar el recorrido, el vértigo se apoderó de mí. Recordaba tanto el momento, tenía tan presentes las imágenes, que lo único que no quería era rememorar la tragedia.
Necesitaba tiempo, madurar el duelo y atender la petición de Marc para revivir aquellos momentos, enseñarle el lugar donde acabó todo y finalizar aquella excursión.
Y así ha sido. La misma mañana de sol, las mismas bicicletas, las mismas paradas. Una conversación en la que él ha estado siempre presente, risas al recordar sus expresiones y lágrimas llegado el momento.
Me he sentido bien, muy bien. Me he sacado un peso de encima y sé que ese lugar será para siempre nuestro punto de unión. T’estimo amic.