Érase una vez en un lugar muy lejano, puede ser en China, un emperador poderosísimo y listo y compasivo que un día reunió a todos los sabios de su reino, los filósofos, los matemáticos, los científicos, los poetas, y les dijo:
– Quiero una frase corta, que sirva en todas las circunstancias posibles, siempre.
Los sabios se retiraron y pasaron meses y meses pensando. Finalmente regresaron y le dijeron al emperador:
– Ya tenemos la frase, es la siguiente: ‘También esto pasará‘.
Y añadiste:
– El dolor y la pena pasan, como pasa la euforia y la felicidad.
Milena Busquets en «También esto pasará».
No he leído nada de Esther Tusquets y ahora me he topado con este libro de su hija, Milena. No es su prosa demasiado elaborada, pero destila sentimientos y sensaciones y evoca imágenes. El fragmento anterior es el epílogo de ese libro, una carta a su madre, una despedida pública.