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MA, el mundo según Pérez Cruz y Mezquida

Suena su voz y una letra de García Lorca y piensas que es insuperable. Y así es. Pura armonía. Te transporta, te deja sin sentido, notas como bajan las pulsaciones y sueñas que estás donde nunca hubieras imaginado.

Solo he escuchado una vez en directo a Sílvia Pérez Cruz. Fue no hace mucho en el Liceu y aún siento aquella energía. La mágica voz emergiendo en el espacio y sin tiempo, mientras el piano, el saxo, a guitarra o cualquier instrumento, más que acompañarla se dedicaban a aplaudirla, a rendirle tributo ante aquel espectáculo.

Disfrute aquel momento que había llegado a imaginar, pero que superó cualquier expectativa. Ahora acaba de publicar Ma (Live in Tokyo). Su voz y su guitarra, y el piano de Marco Mezquida, nada más. Lo grabaron en octubre de 2019 en el Blue Note de Tokio.

Te puedes quedar con su sensibilidad, con la energía que transmite, con la dulzura de su voz, con esa línea melódica que enamora o con todo. Con esa camaleónica manera de cantar que consigue engañarte, a veces la confundes con una cantante melódica caribeña, otra con ese acento balear. Pero es la misma.

MA es de aquellas palabras japonesas de difícil traducción. Es el espacio existente entre dos cosas, es una pausa (de tiempo), es el espacio entre dos personas y también entre dos lugares. Seguramente también es el espacio que existe entre el elegante piano de Mezquida y la voz de Pérez Cruz.

El álbum recoge quince canciones y cierra con «Pequeño vals vienés«, un poema musicado de García Lorca y que también versionó Leonard Cohen y que para mí ya es un himno.

En Viena hay diez muchachas,
Un hombro donde solloza la muerte
Y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
En el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.Este vals, este vals, este vals,
De sí, de muerte y de coñac
Que moja su cola en el mar.

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