Fadumo Dayib tiene 43 años, 4 hijos y no aprendió a leer hasta los 14 años. Cuando ella nació, su madre había perdido 11 hijos. Es somalí, se refugió en Finlandia y quiere convertirse el próximo agosto en la primera presidenta de su país: Somalia.
Es impactante ver que tenemos una joven generación que no ha conocido nada más que la guerra, que no puede ni siquiera imaginar cualquier otro tipo de futuro más allá de la guerra y la destrucción.
Quiero ser la presidenta de Somalia, porque creo que las mujeres tienen la oportunidad de dirigir Somalia, las mujeres lideran económicamente el país, gestionan los presupuestos familiares, son muy visibles en la sociedad, pero se han mantenido siempre fuera de la política.
Creo que Somalia está ahora lista para tener una mujer presidenta. Es muy peligroso ser político o candidato en Somalia. Me han avisado muchas veces de que me podían matar si me presento, pero no tengo miedo a morir. Todos nos tenemos que morir en algún momento y si muero porque estoy defendiendo algo en lo que creo firmemente entonces será un honor.
En el pasado han sido los clanes los que han elegido al presidente de Somalia, pero ahora hay una esperanza para que se produzca una elección democrática.
Soy una soñadora y tengo la ambición, la motivación, la creencia y la esperanza de que Somalia saldrá adelante.
Lo hago por mis hijas, por mi madre y por todas las mujeres que dicen que no es necesario negociar por nuestra existencia. Por ellas, estoy aquí.