No se conocieron, pero hubieran congeniado. A Euse, como a mí, le hubiera encantado esa capacidad para dártelo todo sin darle importancia a nada, esa manera de ayudarte incondicionalmente, ese punto de acidez, que le confiere una manera particular de ver la vida.
JC es de esos tipos que están, pero no lo parecen. Que te habla sin abrir la boca, que te mira y sabes que siempre estará, porque siempre está, aunque a veces parece ausente detrás de esas gafas de niño listillo que fue, de buen amigo que es.
Y con él retomo el proyecto de La Biblioteca de Euse, por donde pasarán todos aquellos que me han ayudado en aquellos momentos difíciles y se llevarán unas páginas que un día pertenecieron a mi amigo.
En esta ocasión, he elegido el libro para la persona, más que el ejemplar me ha llevado a Juan Carlos. Como buen ejemplo de aquel nuevo periodismo, que tenía que ser el de siempre, el mejor, en la misma mesa que Truman Capote, Gay Talese o Tom Wolfe; se sienta Norman Mailer.
No sé si Euse había leído «El combate«, aquel texto que inmortalizó la pelea Ali-Foreman, en Zaire, una historia de aquel ko que marcó una era y que todavía se recuerda con aquel genial fragmento: «Cayó como un mayordomo de 60 años y un metro 80 de estatura que acaba de recibir trágicas noticias, sí, fue un largo derrumbamiento de dos segundos durante los cuales el campeón caía por partes…«, pero seguro que leyó «Los tipos duros no bailan«.
No sé si JC baila, pero estoy convencido de que le encantará la historia de Tim Madden, un tipo que lleva 20 años intentando escribir su gran libro y un mediodía se levanta con una resaca monumental, se mira en el espejo y pega un grito porque todo está lleno de sangre, sangre que no es suya.
Tim siente un fuerte dolor en el brazo y se da cuenta de que tiene el nombre de una mujer desconocida tatuado en él. No recuerda absolutamente nada de lo que pasó anoche.
Esta es la sexta entrega de la Biblioteca de Euse, un proyecto que explico en este texto y por el que han pasado de momento Víctor Sancho , José Miguel Martos, Anna Gayà, Rafa Dalton y Nacho Ovejero.
La foto es de Mark Timberlake
